Un camino compartido

Un camino compartido es el nombre que acertadamente lleva el libro escrito por Brenda Darke, resultado del trabajo que ha hecho durante casi 30 años con personas con discapacidad. De una forma clara, precisa y dulce, Brenda nos permitió mirar con otra perspectiva necesaria para la iglesia en Latinoamérica. Ella nos mencionaba que al trabajar con la comunidad de habla hispana encontró muy poco material escrito en español y una cultura en la iglesia que muchas veces teniendo la intención de incluir, excluye, ya sea por desconocimiento de cómo hacerlo o por mitos que solemos transmitir sin profundizar en ellos y que dañan lejos de edificar, de ahí uno de sus motivos para invitarnos a compartir el camino y escribir el libro.

Fue durante la presentación de éste que nos nutrió de información necesaria difundir para ser verdaderos compañeros del camino. ¿Hay gente discapacitada en tu iglesia?; si la respuesta es no, quizás es porque no tenemos las condiciones para que ellos tengan acceso. ¿Piensas que las personas con discapacidad son ángeles?, quizás necesitamos saber que ellos son tan humanos como nosotros, con necesidad de recibir el amor de Dios y sus buenas nuevas, y que al difundir como “mito blanco” que son como ángeles, aparte de quitar su humanidad, podríamos agotar más al familiar o persona a su cargo (cuando existe), por el cansancio que a veces puede suscitarse de estar al cuidado de alguien que no puede valerse por sí mismo.

Dios es el autor de los derechos humanos, la desigualdad es un abuso también. Conocer y sentirnos confrontados nos llama a poner manos a la obra y hacer cambios desde nuestro sitio. Podría extraer mucha información de todo lo que Brenda nos enriqueció, pero para eso está el libro.