Mi primer estudio bíblico presencial
Fue mi primera vez en un campa presencial; había asistido a los campas en línea y habían sido una bendición pero realmente es mucho mejor presencial.
Mis expectativas del campa eran que iba a ser genial y divertido, sin embargo le temía a las conferencias porque supuse que iban a ser muy largas.
Pero realmente el campa sobrepasó todo, las conferencias fueron breves y tan entendibles; era Dios a través de Benjamín queriendo que supiéramos que necesitamos conocer quién es él, que no sólo fuera de oídas sino pudiéramos verlo tal cual es. Además pude dar mi primer estudio bíblico presencial y ver lo hermoso que Dios trabaja y te permite ver la necesidad que cada persona tiene de Cristo.
Ahora, ya regresando a mi realidad, agradezco por la comunidad estudiantil porque realmente es agradable estar juntos y que Jesús sea el centro; y ahora con lo aprendido puedo tratar de mejorar en mi consuelo a las personas a mi alrededor y a buscar más a Cristo, para que a través de mi ejemplo ellos vean que solo necesitan a Cristo.
Qué gran oportunidad tuve de poder asistir, de llegar a COMPA y conocer chicos que aman y tratan cada día de ser la semejanza de Cristo. ❤️
Betty Avellaneda, estudiante de Geografía Humana en la UAM Iztapalapa

Dios superó mis expectativas
Nunca antes había ido a un campamento, así que poder asistir al campamento regional creó muchas expectativas en mí. En especial tenía tres: la primera era poder estudiar y aprender de la Palabra del Señor; la segunda, poder vivir este campamento con mis amigos, y la tercera, poder ver en vivo y todo color los árboles gigantescos del campamento Citlali.
Las tres expectativas se cumplieron, de hecho fueron rebasadas, pues pude estudiar y aprender de la Palabra del Señor en cada una de las conferencias de Benjamín, estuve en el taller de apologética, que estuvo buenísimo y también hubo una conferencia acerca del feminismo, que me voló la cabeza.
En cuanto a la segunda, pude vivir este campamento con mis amigos e incluso hice más. Agradezco al Señor por eso, pues me hace ver cuán maravillosa es la familia en Cristo.
Y finalmente… ¡Los árboles del campamento Citlali! Es verdad que Dios se revela a través de Su creación, qué lugar tan maravilloso es Citlali, mi amiga Dara y yo intentamos calcular cuánto median los árboles pero fue una misión fallida, jajaja. Sólo obtuvimos una altura aproximada de parte de Juan Kennington que nos dijo que medían probablemente como 50m, así que imagínense lo gigantescos que eran.
Y en cuanto a cómo Dios me habló, pues en el segundo día de campamento, mientras hacía mi devocional, en medio de esos gigantescos árboles, el Señor me mostró que no estaba confiando plenamente en Él y que estaba pecando en una área de mi vida (que no parecía pecado). Fue muy fuerte para mí darme cuenta de eso porque, ¿cómo podía no estar confiando en Dios?
Y sumado a eso, estaba pecando inconscientemente, si se le puede llamar así. En cuanto me di cuenta de eso, sentí un peso gigante sobre mí y un dolor en el corazón, de esos que no sabes cómo explicar.
Ese mismo día por la noche yo me encontraba llorando con mi asesora diciéndole lo que el Señor me había mostrado y ella (va a parecer raro lo que voy a escribir pero ya verán que no lo es), ella se alegró de verme así, porque me dijo: «Me alegra que Dios te haya hablado». Dios me habló, fue confrontante, doloroso, pero sanador.
En una conferencia, Benjamín nos decía que, «Dios había ido hasta el basurero donde estaba Job», Dios fue hasta a mí en medio de los árboles de Citlali.
Y en la última conferencia Benjamín dijo esto: «Conocer a Dios en cualquier circunstancia es la meta».
Estas palabras se quedaron grabadas en mi cabeza y en mi corazón, esa es la meta, esa es mi meta, conocer Dios en cualquier circunstancia. Y al mirar a mis compañeros de universidad veo que hay muchos que no conocen nada a Dios, por lo cual mi deseo es que esa meta también sea la de mis compañeros en Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, que ahí en medio de nuestro ámbito estudiantil, en medio de matraces, reactivos, moléculas y experimentos fallidos, ahí, en la universidad dónde Dios los ha puesto, puedan conocerlo.
Amairani Galicia, estudiante de Químico Farmacéutico Industrial, Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, IPN

Disfrutando los tiempos devocionales
El campa fue una gran bendición en estos momentos de pandemia. Es increíble ver cómo Dios nos conoce y sabe lo que necesitamos.
Lo que más me gustó fueron los tiempos devocionales, esos momentos de tener una conexión con Dios, poder orar, leer la Palabra, y aprender de ello es de gran bendición para seguir firmes en nuestra fe.
También el saber cómo actuar. ante en el sufrimiento de alguien más (y cómo ayudarlo).
Además pude sentir necesidad de compartir el evangelio a la universidad, abrir una célula de estudio bíblico con el fin de compartir el amor de Jesús, y no promover una religión estricta (reglas) como muchos piensan que es.
Samuel Ruiz, estudiante de Ingeniería Química en la UAM Azcapotzalco
