Desde el tiempo de planeación este campa (regional 2013 «Viviendo al extremo», para la región centro y DF) fue muy desafiante. Para los coordinadores era la primera vez que organizaban un evento de este tipo, y fue muy lindo mirar cómo se puede hacer equipo con más de diez personas comprometidas con el evangelio y el servicio entre los estudiantes.

Se decidió mantener costos bajos para animar a los estudiantes, pero eso representó un esfuerzo extra para recolectar donativos en especie para cubrir la lista de la despensa. Fue una prueba para confiar en el Señor y su provisión, ¡y hubo muchas personas que se sumaron! Esto significó tener la comida necesaria para todos y todas. ¡Fue un gesto hermoso de la comunidad de fe!

Ya en el campa, miramos con expectativa que la mayor parte de los asistentes eran nuevos en el ministerio, así que confiamos en que el Señor les animó a involucrarse y a entender lo que hacemos en las universidades y escuelas de la región.

También fue muy conmovedor tener un equipo de profesionistas voluntarios que pagaron su lugar y fueron al campa… ¡para trabajar! Con amor y dedicación apoyaron en las labores de la cocina y de logística, siendo un apoyo invaluable para todos y todas. Y estuvieron tan bien organizados que pudieron disfrutar de las conferencias y de algunos talleres.

Arturo Gleason fue el conferencista principal, y nos desafió a ser testigos de Jesús y de su vida abundante en todo lugar. Además, nos animó a seguir trabajando de manera entregada en Compa. Al final del campamento, un grupo de estudiantes renovó su compromiso de seguir haciendo misión en sus escuelas, confiando en el Señor que nos da vida en abundancia.

Agradecemos a Dios por la oportunidad de servirle y aprender de su Palabra en comunidad.