El asistir a la célula de profesionistas del centro ha sido muy enriquecedor, de bendición y mucho acompañamiento, porque tuvimos la oportunidad de estudiar el libro de Salmos y, recientemente, el libro de Hechos. Dios usó cada reunión para hablar a nuestras vidas y para hacernos sentir su presencia mediante el compañerismo y la amistad de todos los que asistimos. Creo que todos podemos decir que nos sentimos acompañados, comprendidos y amados, y que disfrutamos mucho el tiempo que pasamos estudiando la Biblia, y compartiendo nuestras peticiones y agradecimientos.
El aprendizaje más significativo para mí durante este semestre fue que Dios también nos acompaña al ser profesionistas. Con el libro de Salmos aprendimos mucho sobre la confianza en Dios y su fidelidad: sobre cómo él nos acompaña en cada situación laboral, familiar y/o personal. Ya sea en angustia, enojo, confusión, gozo o gratitud, el Señor es Fiel.
En Hechos estamos aprendiendo de las obras del Espíritu Santo en la primera Iglesia y eso nos anima a hablar de la Salvación que hay en Jesús con los compañeros de trabajo, la familia o la gente que se nos acerca con preguntas. El Espíritu nos acompaña para poder vivir conforme a su Palabra.