Caminando juntos en la obra del Señor

 

Hermanos, también queremos contarles acerca de la gracia que Dios ha derramado sobre las iglesias de Macedonia,cuya generosidad se desbordó en gozo y en ricas ofrendas, a pesar de su profunda pobreza y de las grandes aflicciones por las que han estado pasando. 

Yo soy testigo de que ellos han ofrendado con espontaneidad, y de que lo han hecho en la medida de sus posibilidades, e incluso más allá de éstas. Insistentemente nos rogaron que les concediéramos el privilegio de participar en este servicio para los santos, e hicieron más de lo que esperábamos, pues primeramente se entregaron al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios.

2 Corintios 8:1-5, RVC

Hemos llegado al final de un semestre y un ciclo escolar. Muchas metas se ven más cercanas y otras se han rebasado. Muchos desafíos han llegado y nos han sorprendido, pero siempre la gracia y bondad del Señor nos siguen guiando para compartir el mensaje más valioso: El evangelio entre los estudiantes y graduados en nuestra ciudad.

Las hermosas palabras que Pablo dirige a los corintios (y que tomo prestadas para este mensaje) surgen de su profunda gratitud a Dios por cuidar del equipo de misioneros que están en el campo llevando el mensaje, pero también del reconocimiento a la fidelidad y amor de los cristianos de Macedonia al responder a la necesidad que atravesaban. El compartir con generidad, por encima de las dificultades (como la más obvia, la pobreza) es la virtud cristiana que reconoce el apóstol, que no nace de una apasionada cruzada sino de una humilde rendición y confianza en el Señor, quien de lo poco hace bastante, típico de su Reino, como enseñaba Jesús.

Así que les reconocemos, queridos hermanos y amigos: compasaurios, profesionistas y estudiantes, obreros de jornada y voluntarios que sostienen el ministerio con sus oraciones, con su tiempo y compartiendo sus finanzas. Muchas gracias por su amor profundo por el Señor y por su compromiso con la obra que hacemos en COMPA. Gracias por confiar, en el Señor, en nuestro trabajo.

Es un gran regalo caminar como familia ayudándonos para lograr un objetivo común. Mas gracias sean dadas a nuestro Señor por permitirnos ser, juntos, colaboradores suyos. Este año escolar hemos enfrentado muchos desafíos, como los ajustes salariales (negativos) de 4 de nuestros obreros y la entrada de uno más, así como el financiamiento para el PAFOE (Programa Anual de Formación en la Obra Estudiantil), incluyendo las becas de los 3 participantes. Gracias a la generosidad de nuestra Red de Apoyo, el Equipo de Compa DF sigue trabajando con buen ánimo y confianza en el Señor, sostenido por su Espíritu y “una mano extendida en los demás”, como canta Joel Sierra en “Canción del Reino”.

Todavía tenemos números rojos pero muchos sueños y confianza en la respuesta del Señor por medio de su pueblo. Por favor, síganos acompañando e invitando a más hermanos a sumarse a ésta comunidad de fe y trabajo. Compartan las noticias con más compas que conozcan y otros que encuentren poco a poco. ¡Hay muchos compasaurios perdidos, y muchos hermanos más que desean sumarse a nuestra familia!